Seguidores

martes, 29 de junio de 2010

Envidia.

Te mira con desprecio. Por un minuto agachas la cabeza. Te sientes débil. Te sigue mirando pero esta vez cuchichea algun insulto con sus acompañantes. Empieza a reir con maldad. No entiendes por qué actua de ese modo pues nunca le has hecho nada. Sientes ganas de hechar a correr, por un minuto, sientes que no eres nadie.

Luego, te hinchas de valor. Le miras a los ojos, levantas la cabeza y piensas que alguién que actua de ese modo ya tiene suficientes problemas. Quizá odio, quizá le caigas mal. Pero a alguien que juzga sin conocer no puede ser odio lo que le mueve. Entonces, lo descubres...Envidia. El peor sentimiento de todos. Le miras con pena, con pena sincera, ya que no hay peor sentimiento que se pueda llegar a sentir. Lo sientes realmente y automáticamente la ignoras.

No ignoras a la persona, lo que ignoras es su próposito: hacerte sentir que no eres nadie. No ignoras a la persona, ignioras a la envidia.

Te vas, con decepción. Tu respeto no pareció importarle, aunque no hayas cruzado ni una sola palabra con esa persona sabes que no siente precisamente algo "agradable" hacia tí. Crees que siente envidia. Parece sentirlo, pero envidia ¿DE QUÉ? ¿de tí?... Eso es imposible.
No eres una persona super atractiva, eres normal. Y esa persona no parecía menos atractiva que tú. Envidia.. ¿DE QUÉ? ¿de tu entorno? eso es imposible: tu entorno es muy humilde. ¿De tus bienes? Imposible, tu tampoco eres rica.

ENVIDIA...¿De qué?





La envidia pudre tu corazón





Os deseo que sepais luchar y ser fuertes e indiferentes ante la envidia

De todo corazón, María
HTML,BODY{cursor: url("http://downloads.totallyfreecursors.com/cursor_files/lefty225.ani"), url("http://downloads.totallyfreecursors.com/thumbnails/lefty221.gif"), auto;}