Si te pones a mirar atrás todavía hay una chiquilla tonta, cursi que todavía cree en los cuentos de hadas. Si te pones a buscar todavía hay cartas que nunca enviastes. Cartas llenas de amor y de buenos deseos. Todavía se puede notar la ilusión con la que las escribías. Cómo si cada absurdo detalle de tu vida fuese una magnífica aventura. Cómo si no hubiese algo tan sofisticado que escribir en un papel. Cómo si aquella carta, de algún modo, guardase un tesoro de valor incalculable. Cómo si la persona a la que iva enviada fuese la persona que más quieres y con la que compartías tus secretos mejor guardados.
Y hoy me doy cuenta de que todo es cierto, las mejores cosas las hacemos cuándo somos esas chiquillas tontas...llenas de sueños.
Sé que aquellas cartas... guardan y guardarán un valor incalculable.
Para mi mejor amiga Elena, cuyas cartas siempre guardaré. TE QUIERO.
María,
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