Mírale... es el tipo de chico que entra en la lista negra de mi padre. No se porque pienso que quizá no sea lo que aparenta. Es como todos. ¿Estoy loca, verdad?
-Sí, definitivamente, pero eso, cariño, lo sabe todo el mundo. Ya sabes que no se me da bien dar consejos, no se porque te empeñas en que yo soy tu hada madrina. ¡Pero lo que me dices es tan obvio!
Le dio la mano, le miró a los ojos y le susurró al oído: Los ojos están ciegos.
Y no tuvo que decir nada más.
María
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