Mirar atrás

Ansío palabras buenas. Estoy cansada de malas noticias y de miradas ausentes. De frases que no significan nada. De palabras derrotadas. De hielo en los ojos y de sentimientos destrozados.

Quiero vivir cosas fascinantes, y más aún, escribirlas. Por eso hoy he ido en busca de "mi caja de las palabras" o "baúl de los recuerdos", que sólo utilizo en casos desesperados. Os aseguro que allí están los mejores tesoros del mundo. Y es que, aunque no lo parezca, soy una persona muy rica. Tengo algo que jamás podrá tener nadie, algo único y de valor incalculable. ¿No es eso suficiente para volver a sonreír?... Bueno, ¿que os estaba contando? ¡ah! sí... que esta mañana me he levantado prontísimo porque necesitaba palabras como quien necesita respirar. He cogido mi pequeño baúl de la estantería y he encontrado una carta que escribí hace tiempo: hablaba de cómo me iban las cosas, de anécdotas resumidas y de pequeñas tonterías, pero hay una frase que ha llamado la atención: "María, si en un futuro lees esto, acuérdate: en la terraza, dentro del armario, en la caja de mimbre..." No he podido resistirme y he ido en la búsqueda de este pequeño misterio. Sentía una especie de emoción y de estupidez ¿cómo podía estar emocionado por una tontería que hice hace 6 años? pero bueno, visto lo visto, creo que es lo más divertido que me ha pasado esta semana. Así que abrí la caja de mimbre y... ¡sorpresa! había una especie de cartulina que decía: "Dentro de un tiempo, supongo que te habrás convertido en la persona que siempre quise ser, pero si no es así, recuerda: sigue luchando por lo que quieres. Lo único que nadie puede arrebatarte son tus ganas de seguir adelante" 

"Porque hay veces que es mejor parar y mirar atrás, para recuperar aquellas cosas que antes sabías, y que hoy has olvidado"

Foto realizada por la autora

María.