Soñé que el amargo puede ser dulce
y que el dulce, no siempre sabe bien.
Soñé y nadie me paró.
Soñé que el cielo era un folio inmenso
y que podía escribir con tu pluma de plata
miles de palabras inventadas, miles de frases sentidas,
Y una voz apareció en mi sueño:
"¿Porque me echas de menos?"
Y entonces descubrí que no podía habar
que yo no estaba... ¿quién escribía entonces las palabras inventadas?
Soñé y nadie me paró.
Soñé que el amor puede ser más inmenso que el cielo
Soñé que el amor puede ser más imprevisible que el mar.
Soñé que estaba viendo el mundo boca abajo
y otra vez apareció esa voz y dijo: "Siempre miras distinto"
El mundo olía a sal y no encontramos agua.
la voz dijo: "las lágrimas son saladas"
y yo añadí: "y el mundo está sediento"
Soñé y nadie me paró.
"¿A dónde van las palabras que no se dicen?"
El mundo me contestó: "¿A dónde van las palabras que no se dicen?"
Empecé a escribir sin manos y a volar sin alas:
"¿Porqué soy invisible? ¿Porqué nunca es mi turno?"
La voz ensució el cielo y escribió: "Porque esperas, porque no quieres perderte"
Ya no recuerdo más del sueño, la voz se apagó.
El mundo ya no olía a sal. El mundo ya no tenía olor.
Yo seguía sin tener manos. Y sin poder desaparecer.
Sólo recuerdo en mis ojos un eterno amanecer,
unos labios fríos, y unas frases que se escribían en mi cabeza
sin dueño, sin mentiras, sin disfraces.
"Si sueñas nadie podrá pararte.
Si esperas, encontrarás lo que buscas.
Si amas, serás eterna.
Sueña, espera y ama con todas tus fuerzas"
Soñé y nadie pudo pararme.
María.
3 comentarios:
En fin María, yo no se que decirte mas, siempre te digo lo mismo pero es que es verdad, todo lo que escribes es increible. Me encanta cuando escribes cosas asi.
Cuidate mucho.
¡Wao! Increíble esta entrada!
Sin palabras!
Un saludo María.
Gracias Jose, ¡feliz año nuevo!
y un besazo.
Gracias Cenincienta ¡otro besazo para ti!
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