Hey, hola.
Lo sé, hace tiempo que no me dedicaba tiempo. Pero hoy, francamente, lo necesito.
Antes que nada, gracias por escuchar tan calladamente... no hay manera tan profunda de encontrarme que escribiendo de nuevo aquí o donde sea. Quizá nunca deje de hacerlo de algún modo, quizá mi mente siempre esté escribiendo borradores de posibles letras. Tengo muchas cosas que hacer, estoy con exámenes y debería "no perder el tiempo"... pero que más da. El tiempo es relativo, y al final, nos mata a todos.
Ando por ahí... bueno más bien me arrastro por ahí. Últimamente el mundo da más vueltas de lo normal o soy yo la que no deja de moverse. Un día siento que todo se mueve porque ha de ser así, porque es cómo funcionan las cosas... incluso llega a divertirme el balanceo del mundo. Pero otras veces, siento angustia y ganas de aferrarme a algo, a lo que sea... algo que no muera, algo que permanezca. ¿Pero acaso hay algo en la vida que no se esfume? ¿algo que no cambie? ¿algo que no siga el curso natural de las cosas?...
Todo empieza en un momento y tan rápido como vino, se va. Y mi manía de no asumirlo, acaba haciendo de mi un montón de intentos fallidos y decepciones accidentales. Pero ¿sabes qué? adoro las manías y, en concreto, las mías. Soy un auténtico desperdicio, desastre y una interminable lista de defectos insoportables.
Y no me sorprende que me pase lo que me pasa... voy buscando realidad en un mundo inventado.
Ah, perdona mi desorden, cambio de tema constantemente y en realidad quiero decir tanto que no sé que decir. Puede que sólo viniese a contarte que todo va bien relativamente, que tengo muchos momentos de felicidad y que ahora estaba sinceramente mal. Pero era sólo para recordarme que volveré a estar bien. Quizá sólo venía a decir que aunque mareada, encontraré el camino. Y llegaré sea como sea.
Volveré y esta vez por más tiempo,
perdona... mis palabras van como mis pasos.
María.
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