Leer libros me hunde en una melancolía espesa, ya enterrada. Quizá, el presente y su inmediatez me han alejado del tiempo, me han negado el pasado, como si este hubiera desaparecido para dejarme espacio. Leer, en cambio, me hace parar, pensar, alejarme de mi.
Malditas esperas, malditos semáforos en rojo, maldita letra con su música, malditas miradas. Que me recuerdan que alguna vez te tuve entre mis brazos. O más bien tú me tuviste en los tuyos. En un tiempo tan pasado que apenas recuerdo. Esa otra vida que es casi un sueño. Aquellos años en los que el verano significaba sandía fría en la mesa del patio, bailes improvisados con vestidos desteñidos por el sol, mar y arena... y aquella canción.
Y con eso, y con tus labios rojos me quedo. Con vuestro amor. Con esa canción...
María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario