Como limón, chocolate y fresa. Todo junto. Sin pensar, sin entender su fin estallaron en el aire.
¿Que eran? Chispas, o eso creí. Era un cosquilleo que empieza por la nariz y recorre toda mi cara, mis brazos, mi cuerpo.
Yo nunca he seguido mis impulsos porque siempre me han conducido hacia caminos equivocados. Pero estoy harta de buscar caminos sin parar. Quiero crear mi propio camino. Quiero equivocarme. He de seguir la magia... que siempre se escapa, solo hay que tener el coraje de perseguirla.
Y ya no pienso cruzarme de brazos viendo pasar... la magia.
María.
4 comentarios:
Me llamó la atención esa parte en la que hablas de un autocontrol q, según nosotras, seguro nos lleva a algo mejor que si nos dejamos llevar por los impulsos, y creo q no es malo seguir al instinto cuando en ello no perjudicamos a otros, pues finalmente se trata de nosotros y nuestra propia manera de vivir la vida :D
Me e.n.c.a.n.t.ó tu blog, me ausenté un tiempo y no sé si ya lo había visitado pero me alegra que pasaras x el mío xq así he podido encontrarme con el tuyo n.n Un abrazo, muah!
Muchísimas gracias! :D
Me alegra verte por aquí!
Muchos besos! ;)
María
Construir tu propio camino, eso sí que es mágico!
Equivocándose es la única manera de construirlo bien.
Pienso que hay que regirse más por los impulsos porque guardan gran parte de nuestros sentimientos.
Un beso María! Me gustó mucho esta entrada^^
Gracias Imaginativa! :D
Muchos besos! (K)
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