Una lágrima se vuelve invisible y se confunde con las gotas de lluvia.
Ya nadie sabrá que es una lágrima.
Nadie sabrá que es un sentimiento.
Nadie sabrá el secreto que esconde.
Y terminará como cualquier gota de lluvia. Caerá al suelo. Como otra más.
Nadie se dará cuenta.
Quizá si cae en el mar, viajará por todas partes, será parte de un todo.
Vivirá con agua salada y nadie creerá que es una lágrima.
Quizá llegará a alguna playa y rozará los pies de alguien.
O quizá se dejará llevar por el vaivén de las olas.
Y será parte de todo, pero no pertenecerá a nadie.
Pero si le diesen a elegir...
Nunca lo dudaría:
Regaría una flor.
Una rosa del jardín de la niña que le dejó caer.
Quizá así recupere las ganas de seguir luchando.
Y así, por fin, una lágrima se convierta en un sentimiento.
María.
2 comentarios:
¡Ala! ¡Me gusta mucho esta entrada! Qué bonita María ^^ .La foto es increíble...
Un besazo ! (:
Me alegro de que te guste!
Gracias y un besazo!
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