Agosto ha pasado demasiado rápido. Las olas del mar se fundieron con mis miedos y crearon una gran tormenta. Pero cesó, y llego la calma... una calma absoluta. Un "nada" eterno, un vacío infinito. Pensaba que el silencio siempre ha sido sinónimo de paz. Pero estaba equivocada, aveces el silencio, puede estar cargado de tristeza e incluso de rabia.
Pensé que era la calma antes del huracán. Y sí, estaba en lo cierto. Pero lo bueno de los huracanes es que arrasan con todo y dejan espacio para nuevas cosas. Yo lo poco que echaría de menos de mi pasado es una caja llena de cartas, mi pequeña libreta, un bolígrafo mágico y un abanico pintado a mano. Pero esas cosas son algo que puedo proteger, que pueden ir en mi equipaje de mano. El huracán se aproxima, y aunque suene extraño, una milésima parte de mi, se alegra de que pase por mi vida. Espero que se lleve todos mis miedos, mis ataduras, mis etiquetas... Quiero que arrase con todos los problemas del pasado, aún atados al presente. Los cambios son buenos, si sabes bien qué llevarte contigo. Porque sé que el amor, las vivencias, las palabras, los valores y los años pesan tanto que ningún huracán, por fuerte que sea, se puede llevar. Lo que soy y las personas que amo, también caben en mi equipaje de mano.
Ahí viene.
María.
Pensé que era la calma antes del huracán. Y sí, estaba en lo cierto. Pero lo bueno de los huracanes es que arrasan con todo y dejan espacio para nuevas cosas. Yo lo poco que echaría de menos de mi pasado es una caja llena de cartas, mi pequeña libreta, un bolígrafo mágico y un abanico pintado a mano. Pero esas cosas son algo que puedo proteger, que pueden ir en mi equipaje de mano. El huracán se aproxima, y aunque suene extraño, una milésima parte de mi, se alegra de que pase por mi vida. Espero que se lleve todos mis miedos, mis ataduras, mis etiquetas... Quiero que arrase con todos los problemas del pasado, aún atados al presente. Los cambios son buenos, si sabes bien qué llevarte contigo. Porque sé que el amor, las vivencias, las palabras, los valores y los años pesan tanto que ningún huracán, por fuerte que sea, se puede llevar. Lo que soy y las personas que amo, también caben en mi equipaje de mano.
Ahí viene.
María.
2 comentarios:
Me encanta este post.
Transmites mucho cuando escribes.
Los huracanes seguirán llegando, pero como bien dices, lo verdaderamente importante siempre permanece, y el huracán se lleva todo aquello que ya solo ocupa espacio en vano, dejando lugar a todo lo bueno que está por llegar.
Muchísimas gracias :)
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