Mi fuerza

Alguien me dijo una vez que aprovechara todas mis armas para comerme el mundo, para dejar huella, para no salir nunca de este ciclo efímero y apasionante. Ciclo que rompe la regla y se corta, una constante que deja de serlo. Hablo de la muerte, y de cómo burlarla: escribiendo, amando, siendo paciente, tragando, siguiendo... sin mirar atrás.

Y por lo visto, mi cuerpo, mi instinto me pide que escriba para no volverme loca (o volverme definitivamente) y esta es mi arma, se me de bien o no, esta es mi fuerza. Cada trauma tiene su terapia, y escribir me cura de la vida. Sonará melodramático, incluso estúpido, pero la verdad es que soy muy melodramática y muy estúpida. Perdonen las molestias.

Mi postura de "persona decidida y segura ante todo" no deja de ser algo que aún me preocupa, pues aunque yo sea más impulsiva, no dejo de ser la misma chica invisible que hace años dejé estancada por ahí, y que aún a veces me duele. Aún tengo enquistado ese dolor que me hizo ser narradora en lugar de protagonista, ese dolor que te permite algo horrible y verdadero: observar. Mirar como tu vida pasa y los personajes la alteran según les conviene, cómo las circunstancias te llevan de aquí para allá con la única promesa de que cambiará el orden de las cosas que creías seguras. Acabarán, empezarán y tú cada vez tendrás más recuerdos que olvidar, más letras de canciones que te desgarrarán, más ... y más. Y sé que ya basta, que como todos me merezco paz y silencio.

Pero, ya no siento ni una pizca de pena por mi. No soy la víctima de nada y la vida me ha regalado algo maravilloso. Observar, querido lector, te abre las puertas de todo. Escuchar, ayudar y comprender te hacen libre.  Te hacen protagonista de algo que no esperas, algo mil veces mejor que cualquier historia. Te hace partícipe de la vida de todos, de la esencia del alma, de las circunstancias, de la magia oscura que mueve este mundo. No importa las veces que me he sentido afectada por ello, no importa el dolor, no importa. Siento la enorme necesidad de contaros como veo el mundo, como me he equivocado y como vivo la vida ahora. Gracias por todo, personajes. Gracias por todo, circunstancias.



Un día más. Y diferente. Y único.


María.