“Los lunes pueden ser el comienzo de una semana maravillosa, solo hay que
verlos con optimismo. ¡Disfrutemos de la vida!” –Anuncia Carlos Segura en la descripción del programa. Sin duda el lema del
programa, programa que nació de la idea de Carlos por hacer del odiado Lunes
algo maravilloso. Igual que en todo, porque nada es blanco o negro, nada es
demasiado malo si le ponemos la perspectiva adecuada.
De Lunes a Lunes, fue creándose esta
pequeña idea, que como todos los proyectos o sueños siempre (siempre) se
desarrolla de forma imprevisible e inevitable si tenemos la fuerza para
llevarla a cabo. Carlos fue reuniendo a los que ahora son, fuimos y seremos los
colaboradores de “Por fin es Lunes”.
El programa arrancaba con la genial y brillante entrada de Carlos, en las
que nos inyectaba esa dosis de optimismo para enfrentar la semana y que, sin
duda, lograba sumergirnos y hacernos reflexionar sobre temas de interés o
noticias de actualidad. Seguía con la intervención de noticias sobre el tiempo
de Javi, para más tarde continuar con esa tertulia, en las que muchas veces se
oía más risas que opiniones. Divertida, ocurrente y muy muy surrealista, la
tertulia era el corazón del programa, en la que casi todos los colaboradores intercambiábamos
opiniones ya sea de poemas enrevesados o canciones sin sentido, en las que sin
duda añadíamos más locura, si cabe. Seguía con la intervención de Martín que
nos ponía al día sobre lo que ocurría en la red social Twitter, y nos leía los
tweets más graciosos e ingeniosos. Después, tocaba mi turno, la sección “cosas
que necesitaba escuchar” en la que leía los escritos de este mismo blog. Por
último, y no por eso menos relevante, Aitor daba voz a las noticias más “irrelevantes”
del mundo, para acabar con ese sabor dulzón y despreocupado que muchas veces necesitamos,
hartos ya de noticias que solo evocan y nos llevan a la desilusión.
“Buenos
lunes a todos, arranca la tercera temporada de por fin es Lunes y vamos a
hacerlo con algunas novedades y la misma ilusión que siempre. Porque aunque
muchos no lo crean es la clave del éxito”
Ilusión, esfuerzo y ganas ha sido
siempre la imprenta con la que se ha realizado este programa. Desde sus
inicios, en los que no sabíamos cómo utilizar las herramientas, los micros, en
las que se nos borraban los diálogos o la interrupción de algún espontáneo que
otro. Muchas veces no sabíamos si reír o llorar, pero acabábamos hasta las
tantas en aquél estudio clandestino en el que nos tomábamos todo con humor y
paciencia.
Si algo he aprendido de esta enorme
experiencia es que a veces no importa ser un gran profesional para hacer
grandes cosas. No hace falta una gran audiencia para sentirse valorado. A veces
basta con la sonrisa de unos pocos oyentes fieles o de una felicitación desinteresada.
He aprendido que hay muchos tipos de
éxito y muchas formas de tomarse la vida. Y si pudiera elegir, elegiría el tipo
de éxito que hemos tenido en Por Fin es Lunes, la ilusión. Tomarnos la vida con
humor, quitándole hierro, haciéndole frente a los miedos con una sonrisa.
Incluso un Lunes cualquiera.
Gracias Carlos, sin ti nada hubiera sido
posible. Eres grande.
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